“Los papás han tenido que organizarse, porque hay falta de operatividad de las autoridades y las policías están superadas”, añade, y adelanta que preparan una asamblea con centros de padres de la región.
De hecho, entre los desafíos que instituciones como la Defensoría de la Niñez han alertado para los escolares este año está la creciente inseguridad ciudadana, que cada vez afecta más a niños y adolescentes, por lo que los establecimientos educativos también han debido adoptar medidas en ese sentido.
Un caso extremo ocurre en el Colegio Eduardo Llanos Nava, dependiente del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) de Iquique, en donde ayer tuvieron el primer día con un horario reducido para la jornada de la tarde, que termina a las 18:15 horas hasta nuevo aviso. Esto, “debido a los reiterados asaltos, inseguridad, oscuridad, entre otros”, comunicaron en una circular a los padres.
Con el recorte de la jornada, la dirección informó que “se priorizarán las asignaturas troncales, asegurando los contenidos del currículum imperante”, y piden a los padres “su compromiso para dar cumplimiento a la hora de salida de los niños, ya que los funcionarios también están expuestos” a situación de peligro.
La medida se suma a otras que han adoptado colegios, profesores y comunidades; también en Iquique, el Colegio Bajo Molle fijó que los profesores acompañen a los alumnos afuera del recinto.
En Lota, en tanto, el director del Liceo Comercial Presidente Frei Montalva, José Antonio Vera, acompaña a sus estudiantes a tomar el bus y lo ve como “una acción dentro de muchas de un plan” relacionado con la seguridad: “Los apoderados nos mencionaban que el sector era peligroso, entonces los acompañamos en la mañana y la tarde”.
Vera reconoce que el tema del horario “es fundamental” en su caso, ya que prefieren que los estudiantes salgan temprano cuatro de los cinco días a la semana: “Hay colegios en que los viernes se van a las 13:00 horas, pero los otros días a las 17:00. Nosotros estamos de 8:15 a 15:25 horas, y solo los martes hasta las 17:00 horas”.
María Teresa Romero, presidenta de Escuelas Abiertas, reclama que es “absolutamente inaceptable que la educación se vea coartada por la delincuencia, tal como viene sucediendo con los paros, la violencia escolar, los narcofunerales”.
La profesora considera que son “ejemplos de cómo la educación no es hoy una prioridad para las autoridades, a pesar de la crisis que estamos viviendo desde la pandemia”.